Koloss el octavo disco de Meshuggah es una colección de riffs de guitarra geniales. La propuesta de los suecos es tan compleja como extremadamente poderosa, tan densa que lo hace poco accesible a oídos no entrenados, pero una vez que se entiende lo impredecible, es sencillamente adictiva.
No por nada son considerados la banda más influyente de los últimos
10 años, estamos en presencia de un disco compacto, una tormenta perfecta en una atmósfera de una extrema y brutal complejidad técnica. No quisiera caer en
el cliché de “es su mejor disco”, pero es probable que Koloss alcance ese
resultado.
La música regresa a terrenos densos con Do Not Look Down, siguiendo Behind
The Sun aún más lenta al principio pero que varía su velocidad con el
desarrollo de la canción hasta extremos de desesperante ansiedad.
A partir de aquí vienen los momentos más geniales.
Regresa la rapidez con The
Hurt That Finds You First, la mejor del disco, sencillamente perfecta, un
ritmo atravesado hasta más no poder y sin el más mínimo resquicio para el
descanso. Marrow sigue con un riff de
guitarra genial que evoluciona de manera impresionante durante toda la canción,
el clásico ritmo Djent firma de la casa.
La canción del video Break Those Bones Whose Sinews Gave it Motion, tan larga como su nombre es una
muestra genial, rompedora, del denso poder de esta banda.
Swarm, los
devuelve a la senda de la velocidad una canción en la que el bajo se acopla
perfectamente a un riff genial, brutalmente impredecible. Demiurge es también una ejecución perfecta de la formula de Meshuggah que hablábamos al principio
del review.
Lo impredecible es hasta el final con The Last Vigil, una instrumental que trae la calma después de la
tormenta.
Puede ser arriesgado decir que Meshuggah es la banda más influyente de la movida metalera, al
menos en los últimos 10 años, y aún más que este es el sonido que esta marcando
la evolución del metal progresivo. Pero bien vale recordar que es su influencia
la que inspiró toda la movida del DJENT en Europa, un estilo caracterizado por
ritmos asincopados y una guitarra que lleva a extremos el palm muting y el
High-Gain en la distorsión.
Es precisamente esa la firma de Meshuggah, creadores de un
estilo que se consolida con este disco.
@simpsonymous