Antes de ese día, el último concierto de metal en Venezuela había sido en Abril de 1994 -Sepultura en su gira de Chaos AD-, un largísimo hiatos de 5 años, en que prácticamente ninguna banda internacional pisó nuestro país, se rompió el martes 4 de Mayo de 1999. Todas esas ansias acumuladas estaban a punto de ser saciadas nada más y nada menos que por Metallica, más de lo que podíamos medio alcanzar a soñar en medio de esa realidad tan patética.
Los 4 jinetes de San Francisco se encontraban en su mejor
forma desde la interminable gira del disco negro a principios de los 90, justo un
par de semanas antes habían grabado el disco en vivo S&M con la Orquesta Sinfónica
de San Francisco. Todos las culpas existenciales consecuencia de los
criticados discos Load y Reload habían sido expiadas con el
lanzamiento de Garage Inc, su genial
disco doble de versiones viejas y nuevas para aquel momento.
Para ese 4 de Mayo, eran una maquinaría aceitada y en
perfecto engranaje, como hacía muchos años no se les había visto. James Hetfield, Lars Ulrich y Kirk Hammet
para aquel momento estaban acompañados por un brutal showman en el bajo, el
gran Jason Newsted.
30 Bolívares de los viejos fue lo que pagamos por esa
entrada, costo bastante encontrarlos, como siempre… El 4 de Mayo en la
madrugada la fila para entrar al Poliedro de Caracas era ya largísima, mucha
gente durmió allí durante días, ya para mediodía era inimaginable como tanta
gente cabría dentro del poliedro, todo presagiaba un desastre organizativo que nunca
fue tal, menos mal.
Dice el mito urbano que cupimos 14mil personas dentro del Poliedro,
eso nunca nadie lo certificó, puede ser más o menos que eso. Lo cierto es que
el aire era asfixiante a cualquier nivel allí adentro, ni siquiera en las más
populares emisiones del Miss Venezuela el Poliedro estuvo tan lleno y bajo un
riesgo tan alto de venirse abajo por completo.
Vaya que canción eligieron para abrir: Breadfan, una versión de Budgie
incluida en el Garage Inc, pero que ya
era conocida por haber sido grabada en un lado B del single The Eye Of The Beholder a finales de
los 80.
A todos los que estuvimos allí aún se nos paran los pelos
cuando escuchamos ese primer riff de breadfan, el dejá vu es automático, es una
bendición que nos acompañará siempre.
Después de Breadfan vino una especie de extasis religioso
masivo cuando tocaron Master Of Puppets
y la tocaron completa, no era cualquier cosa, no la tocaron completa casi nunca
durante los 90. Entre el público se escuchaba claramente: “Chamoooo la están tocando completaaaaa!!!!!, que arrechooooo!!!!”
Fueron 19 temas en casi 3 horas, un concierto largísimo que
nunca quisimos que terminara, sorpresas no faltaron: Fight Fire With Fire, acompañado de una brutal muestra de
pirotecnia, The Thing That Should Not Be
un tema que jamás imaginamos escuchar en vivo.
Y ya que hablamos de pirotecnia, obviamente fue uno de los
protagonistas de la noche, en canciones como Fuel, One y Battery eran parte de la música y al
estar dentro del Poliedro, sentíamos que se nos achicharraban las cejas a todos.
Mención aparte para Jason Newsted el bajista que no conocieron las nuevas
geeraciones y que le robaba el show con creces a todos sus compañeros de banda,
fue el mejor de la noche aún retumban en mis oidos sus coros memorables en Creeping Death y Die Die My Darling.
Les dejo un material interesante en video que transmitió
Venevision días después, vale la pena tomarse unos minutos para verlo:
El set list de ese 4 de mayo fue en el siguiente orden:
Ecstacy of
Gold
Breadfan
Master of
Puppets
Of Wolf and
Man
The Thing
That Should Not Be
Fuel
The Memory
Remains
Bleeding Me
The Four
Horsemen
For Whom
The Bell Tolls
King
Nothing
Wherever I
May Roam
One
Fight Fire
With Fire
Nothing
Else Matters
Sad But
True
Creeping
Death
Die Die My
Darling
Enter Sandman
Battery
Aproximadamente el viernes 7 de Mayo, quien esto escribe, ya
recuperaba el 100% de su audición, pregúntenle a quienes estuvieron allí
cuantos días después fue que pudieron usar su sentido de la audición
normalmente de nuevo. Es el sonido más duro que ha llegado a Venezuela.
Han pasado 13 años y mucho agua ha corrido bajo el puente
para Metallica, los problemas con
Napster, la salida de Jason Newsted, su casi separación durante la grabación de
St. Anger, el fracaso comercial de ese disco, la resurrección con Death
Magnetic, su regreso a Venezuela en 2010 y su 30 aniversario que suena a una vida entera.
Seguirán pasando cosas, para la banda y para nosotros
quienes estuvimos allí, pero ese 4 de Mayo de 1999, no será olvidado.
@simpsonymous