Dieciocho largos años debieron pasar para que volviéramos a a ver en Venezuela al que sin duda es el músico y personaje más
influyente del Heavy Metal salido de Latinoamérica: Max Cavalera, quien acompañado de su hermano Igor en la batería, desataron en Maracay una artillería metalera ultra
pesada con su proyecto CAVALERA
CONSPIRACY.
Para el momento que llegamos a Maracay sabíamos del problema del miércoles en Maiquetía. Era seguro que algún retraso iba a causar en el concierto. Desde nuestra llegada, soportamos horas de infructuosa cola y anarquía en la puerta de entrada, al punto que fuimos testigos de la llegada de la banda al sitio destinado para el toque… Nos empezamos a preocupar.
Pasadas las 11 de la noche y ya con CAVALERA CONSPIRACY sonando Warlord
el tema con que abrieron fuegos en su concierto en Venezuela, logramos entrar al
sitio, un bar al aire libre llamado Bahía Bar bien acondicionado con una óptima
tarima y pantallas para recibir a estas majestades del metal.
Era un sitio bizarro, caluroso, para entrar tenías que pasar
debajo del escenario y de sopetón, sin darte cuenta, tenías una vista parcial
pero híper cercana de Max Cavalera, tapado
en gran parte por lo que parecía una pared de bambues que eran parte de la
decoración del piso del escenario.
No se entendía nada…
Solo la lluvia de coñazos avisó donde estábamos: “coño!,
estamos en primera fila!”, alcanzo a decir otro de los panas del grupo, allí
realmente caímos en cuenta de nuestro problema… El orden natural de los
conciertos que dice: “el que entra de último, lo ve de último” (obvio, hay
excepciones); se invirtió al radical opuesto: “Entras de último, lo ves de
primero… pero todos quieren tu puesto, incluyendo quienes entran detrás de ti”,
añadiendo más confusión y anarquía al desastre organizativo.
Ya para el segundo trallazo, Inflikted habíamos logrado ponernos a salvo y pudimos ver de primera
mano la bestial descarga que brinda esta poderosa máquina. Al fin!, 18 años después,
teníamos nuevamente a las mentes maestras de la mejor época de Sepultura en
frente nuestro.
Llega después, el primero de los temas legendarios, nada más
y nada menos que “Refuse/Resist”, nuestros
oídos no daban créditos sonó más agresiva que nunca, todo en el escenario más salvaje
de descarga metalera. Después de la descarga Max Cavalera presenta a Igor:
“En la batería mi hermano Igor”,
dijo en perfecto español… Para pasar a uno de los temas más brutales del proyecto
Conspiracy: “Sanctuary”, definitivamente no era hora de descansar, Max pide al público activar el mosh y
la locura se desata.
Le sigue Terrorize,
también de Cavalera Conspiracy (Puedes
ver el vídeo de esta canción al final del post) para después atacar con el
segundo clasicazo del “Chaos AD” de
Sepultura: “Territory” y los
recuerdos de muchos de nosotros regresaban a ese abril de 1994 en que aún éramos
menores de edad.
Ya para ese momento se había develado el nivel de puesta en
escena de esta banda, inspiración máxima para Mark Rizzo, un guitarrista de lujo que sorprendió con solos y riffs
hiper complejos. Este pana junto a Igor, llevan el peso de la dirección de la
banda, desde que Max está más dedicado a ser el brutal frontman que es.
Tony Campos, fue
un músico de lujo que tuvimos la oportunidad de disfrutar. Para los que no lo
saben, este pana viene de girar por Europa con Ministry en verano y fue el bajista que grabó el nuevo material de Prong. También tiene un montón de años con
Max en Soulfly, y ha pasado por Asesino,
la banda de Dino Cazares, además de Static
X.
Igor Cavalera es
la misma bestia de siempre en la batería, lo híper complejo lo hace fácil y su técnica
única es un espectáculo en sí misma.
Max interactúa en
todo momento con su público y en perfecto español: “Como está Venezuela?,
carajo!” se le escuchaba decir frecuentemente. Está dedicado prácticamente a ser frontman y
aunque sabemos de su genio para la composición, en esta etapa de su carrera en
vivo utiliza la guitarra solo como parte del espectáculo. En la siguiente
canción “Killing Inside”, suelta
incluso el instrumento para dedicarse
enteramente a liderizar con su voz y escena.
Suena después una avasallante “Blunt Force Trauma” y luego nos traen una sorpresa, salen a
escena los Cavalera Jr., par de chamines a cantar junto a su papa Max “Black Ark”, en la que demostraron que
hay generación de relevo para más metal en la familia Cavalera.
El público quería más poder y lo tuvieron, sonó el gran clásico
de principios de los 90, “Arise” en
un medley junto a “Dead Embrionic Cells”.
A partir de ese momento, se hace incontrolable la cantidad
de personas subiéndose al escenario (stage diving), al punto que en “I Speak Hate” uno de ellos se pasea muy
orondo por el escenario y en actitud amenazante roba una pajuela del micrófono a
Max Cavalera, en una actitud de absoluta falta de respeto
al artista, pensé incluso que este malandro le clavaría un coñazo a Max.
Suena después el primer clásico del disco “Roots” de Sepultura, “Attitude”… Sigue el paseo de “gente”
por el escenario, abiertamente tropezaban a Tony Campos, mientras la incompetente seguridad del espectáculo estaba
tan pintada en la pared que su rol tuvo que suplirlo uno de los roadies de Cavalera Conspiracy.
Se mete la banda y
regresa para el encore Max Cavalera agradeciendo
al público, pese al pésimo comportamiento de unos pocos termino el set de la
noche a la voz de: “Esto es Metal Latinoaméricano” y cerró con un súper clásico:
“Roots Bloody Roots”.
Cavalera Conspiracy fue una experiencia sencillamente bestial y aplastante… Habrá
que esperar poco, hasta el próximo sábado, para ver ahora la versión de Sepultura que nos presenta la otra mitad de esta legendaria e influyente banda sudamericana:
Andreas Kisser y Paulo Jr.
Mensaje Para los que se Subieron a la Tarima
Para aquellos que creen que fue una gracia subirse al escenario les diré que después de la muerte de Dimebag Darrell, los artistas de heavy metal son comprensiblemente paranoicos con quienes hacen stage diving. Si les gusta el metal (lo dudo) averigüen quien era Dimebag y como murió, o investiguen el reciente incidente de Randy Blythe (Lamb Of God).
Pese a que Max se mostró pana, afable y tolerante, esto fue solo su profunda actitud profesional, la verdad es otra.
También debo decirles que tuvimos un set corto gracias a su lamentable falta de respeto para con los ARTISTAS (en mayúscula). En Bogotá el pasado domingo, tocaron “Innerself”, “Troops Of Doom” y “Propaganda”, investiguen quienes tocan estos temas, dudo que lo sepan. Estaban en el set list, nos los perdimos gracias a ustedes.
Por el bien del rock and roll, espero que regresen a la salsa erótica y el regueton, en muy corto tiempo... Total, nunca han pertenecido a este gremio
Una mentadita de madre adicional para los encargados de la seguridad, quienes varios de ellos se deleitaron cayapeando a un chamo metalero durante la interminable cola, quien sabe por cual razón, algo que todos pudimos ver. Pero a la vez, cobardemente dejaron sola a la banda, para que una partida de miserables malandros sabotearan el espectáculo...
@simpsonymous