El pasado sábado 20 de Octubre aterrizó en Caracas,
Venezuela el G3 para dar el concierto más esperado de 2012. Los genios de la
guitarra Steve Morse, Jhon Petrucci y Joe Satriani hicieron alucinar a las casi 1500 personas que
plenaron a reventar el Estacionamiento de El Nacional perfectamente acondicionado
para la ocasión.
Steve Morse:
Genialidad Compartida.
Puntualísimo a las 7:30pm, sin mayores aspavientos suben Steve
Morse y sus músicos al escenario, el catire comienza a abrocharse su guitarra eléctrica sobre el escenario y justo en ese minuto da comienzo a lo
que sería una noche épica.
Arranca con la genial
“Name Dropping” y desde ese mismísimo
inicio Morse hace un despliegue de todas sus credenciales como maestros de los lics de guitarra... En un intercambio constante de secuencias musicales con el también virtuoso
bajista Dave La Rue que sería la constante de toda su presentación.
Entre baja y alta
velocidad se suceden “Highland Wedding”,
hermosa melodía y “On The Pipe”, en
la que demuestra nuevamente la genialidad de su técnica. Sigue “Vista Grande”, canción que nuevamente
inunda el escenario con una bella melodía pero que sirve de intro para lo que sería
el plato fuerte de Steve Morse, “John
Deere Letter”, un temazo hiper dinámico, veloz, con una genial y
pegajosa melodía country, que de forma espontánea logra que el público la acompañe
con las palmas.
Es en este tema donde Steve
Morse y Dave La Rue, semejan un
binomio perfecto en las 6 y 4 cuerdas. Morse, una de las estrellas de la noche, compartió
su protagonismo con el genio del bajo Dave La Rue.
Siguió “Baroque ‘n Dreams”, medieval y ecléctica; canción en la que La Rue y Morse siguieron destacando como la dupla, que sin duda fue una primera muestra de genialidad de las muchas que vendrían esa noche.
“Rising Power” fue
perfección pura, Morse no escatimó en potencia e intensidad. Después vino la
rapidísima e impresionante “StressFest”.
Para después cerrar con un clásico de Dixie
Dregs, “Cruise Control” híper
celebrada por el público, en la que terminarían de dejarlos boquiabiertos con el duelo final entre guitarrista y bajista.
Morse se despide del público, prometiendo más genialidad: “Adoro
tocar con estos chicos”... Se veía en su cara lo bien que la estaba pasando.
Jhon Petrucci… La Perfección se Impone.
Terminado Steve Morse no dio tiempo ni para las cervezas… Jhon Petrucci sube casi de inmediato a
escena entre una estruendosa bienvenida del público. Muchos de los asistentes, se develaron como fanáticos de Dream
Theater a juzgar por el caluroso recibimiento que dieron, no solo al
guitarrista; sino también a Mike Mangini,
quien es ahora también batero de la soñada banda perfecta del metal progresivo..
Petrucci arranca
con la con la portentosa “Damage Control”,
una de las más brutales piezas de su único disco solista “Suspended Animation”, canción que sonó como los dioses, cada nota
parecía sacada perfectamente del CD, en la que fue quizá la noche de más
inspiración que se le ha visto a Petrucci
en Venezuela. Dicho por alguien que es la cuarta vez que lo ve en escena.
Las sorpresas comienzan con la segunda canción, Cloud Ten; primer estreno de su segundo
disco en solitario. Aquí, un desajuste con el sonido hizo que Petrucci repitiera el barrido inicial
al menos 6 veces, pieza maestra!, muchos desearon que no se arreglara el sonido.
En el ínterin de ese inconveniente Petrucci pide a su banda hacer un jamming, y faltaba más!, el público comenzará a vitorear al baterista Mike Mangini: "Mangini,
Mangini!", se escuchaba... Todo ante la atónita y visible sorpresa del nuevo miembro de Dream Theater. Estuvo cerca de robarse
el show de Petrucci.
A partir de ese momento, Petrucci toma por asalto la tarima con el máximo de su maestría para disparar
perfecta “Jaws Of Life”, un trallazo pesadísimo y a la vez majestuoso. Le siguieron
otro par de temas nuevos “Zero Tolerance”
y la genial “Glassy Eyed Zombies”.
La banda que acompaña a Petrucci
en esta gira del G3 por Latinoamérica, es sencillamente un lujo… Aparte del ya
comentado virtuosismo en el bajo de Dave
La Rue, tenía a un Mangini
también inspirado que ciertamente toca la batería con una fuerza brutal e
incluso con una técnica que recuerda a MikePortnoy. No dejaría Mangini de
robarse vítores del público.
Esto no termina aquí... Puedes ver la parte 2 de la reseña Satriani y el G3 en pleno aquí.
@simpsonymous